Si supiera que el mundo se acaba mañana yo hoy todavía plantaría un árbol







lunes, 21 de junio de 2010

Negativo.. SUMA Y SIGUE


El día 14 de junio me llamó la doctora y me dijo que el resultado de la beta era negativo. A continuación me preguntó si nos quedaban blastos congelados, información que entiendo que ella debería conocer de primera mano , pero ese tema lo desarrollaré mas adelate.

A pesar de que en los últimos días sentía el negativo como una posibilidad muy real, siempre pase lo que pase la esperanza encuentra un hueco en nuestras mentes y corazones, queramos o no. Me sentí muy triste y decepcionada y desafortunadamente las palabras de la doctora no solo no paliaron algo esos sentimientos sino que consiguieron que pasara a un sentimiento de desesperanza y frustración.

Como ya escribí en uno de los posts, este último transfer fue de un embrión descongelado al que se le habían muerto varias células, es decir que si para un congelado las probabilidades de implantación son mucho menores, para este incluso más, de un 5 a un 10%. Cuando me lo dijeron, yo de todas formas me agarré a esas posibilidades, aunque bueno, no resultó. Esta es mi segunda transferencia, la primera de un solo embrión y esta de uno bastante dañado, es como si hubiera tenido un intento y medio y con un solo embrión, pues bien, mi doctora se permitió el lujo de decir (en la misma conversación en la que me comunicó el negativo) que el problema podría ser mío, que podría tener algún problema en el útero o algún problema de coagulación. Soy consciente de que este tratamiento no es fácil, hay personas que lo consiguen a la primera, y otras nunca, pero esos casos no son los más normales. No obstante, eso junto al hecho de que mi propia doctora no supiera que el blastocito que se me transfirió era muy débil el pobre, que me llamara Isabel en vez de por mi nombre, y lo más importante, que me dijera que a lo mejor tenía otro problema de salud adicinal, el mismo día que me dice que es negativo, por teléfono y sin pruebas de nada, me hundió bastante. Soy una persona creo que fuerte, con muchos recursos para afrontar las contrariedades, pero esa conversación fue mucho. Cuando se lo conté a mi chico se le llevaban los diablos, porque me encontró llorando pero no solo por el negativo, sino porque la doctora se permitió el lujo de desanimarme y crearme más paranoias diciendo que debería haberme quedado preñada y que seguro que tengo algo... (???). Después de unos días tuvimos una reunión con ella y le expresé mi desconcierto por sus palabras, que estas solo habían causado una falta de confianza hacia ella, una falla en mi autoestima y seguridad, y por último además muy sospechoso que me justificara mi negativo con algún problema adicional de salud, cuando nadie le había pedido justificaciones, porque yo entiendo que sigo dentro de las estadísticas, y esto mismo me hace incluso crear más suspicacias. En esta misma conversación le dije que yo tenía derecho a saber las posibilidades que tenía ese blastocito, y que en ese momento no nos lo comunicaron de una manera clara y sincera y que a lo mejor yo hubiera elegido que ese blastocito se hubiese donado para la investigación con células madre. Ella se disculpó e hizo un amago de comprenderme, aunque creo que nunca lo hará. De esta conversación yo quería además que entendiera ciertos aspectos que considero muy importante:

• Esto no es un procedimiento médico normal, es uno en el que las emociones y sentimientos están a flor de piel, no solo porque estamos hablando de procrear, crear un nuevo ser humano, sino porque además estamos (en mi caso mas), tan hormonadas que los sentimientos y estado de ánimos no se controlan adecuadamente ni en todas las situaciones
• Me parece inapropiad que no sepa que mi último blastocito estaba medio muerto si duda me parece una falta de profesionalidad increíble. Encima me pregunta qué pasó con el otro blastocito (que murió)... Encárgate de saber cuál es la situación, eres mi doctora, la persona que me está guiando en este camino.
• Si, deseo, y estoy en mi legítimo derecho a que conozcas y me llames por mi nombre, sobre todo para decirme que una vida que podía haber nacido dentro de mi no lo ha hecho, que sepas mi historial clínico y me animes y me digas (cosa que es cierta) que estoy dentro de las estadísticas, que sigamos adelante, y no me desanimes completamente diciendo que "a lo mejor" es que tengo algo mas... ¿algo más? le parece a usted poco ser infértil desde los 20 años, haber sufrido secuelas terribles por ello como una osteoporosis terrible y un coágulo de sangre debido a la cantidad de hormonas que he tomado durante toda mi vida?. Estoy convencida que estaba excusándose ella y a su clínica por no haber conseguido un positivo, pero yo nunca les hubiera echado en cara que no fuera positivo, sé que esto no es fácil, y que todo está dentro de la normalidad, aunque duela.

Lo vamos a conseguir, vamos a ser padres, de eso estamos (mi chico y yo) seguros, vamos a luchar y lo vamos a conseguir, pero nadie me quita el sentimiento tan triste y desolador de gracias a mi doctora. A continuación nos vamos a mudar a nuestro pequeño paraíso terrenal en Mañón, y vamos a iniciar una vida que para nosotros es la que tiene sentido, en la naturaleza, viviendo las pequeñas cosas que tanto nos hacen disfrutar.

Ya estoy planeando el próximo ciclo, nadie nos va a parar en este camino hacia nuestros sueños, y aunque fue muy triste, esto no nos va parar.

Suma y sigue… ahí estamos.